jueves, 5 de abril de 2007

Introduccion.

Parece ser que para algunas personas la autopoiésis se produce a un nivel elemental, cuando cada participante del octeto de cuatro parejas toca simultáneamente a otras cuatro personas del sexo opuesto. Hay diversas maneras de realizar esta tarea. La forma más práctica desde el punto de vista de la comodidad y los mínimos recursos que se requieren, es la siguiente: los cuatro pares complementarios sientan en un círculo compacto mirando al centro. Los ocho llevan los pies y las manos descubiertos cuando practican la autopoiésis, pero pueden estar vestidos en la forma más cómoda para todos. El círculo se forma por hombres y mujeres alternados, sentados en la forma más compacta posible, tomados de las manos y con las piernas extendidas, de tal manera que cada persona toque con cada pie el de otra persona del sexo opuesto que se encuentre diagonalmente opuesto a él o a ella. Por lo tanto, cada persona esta tocando a cuatro personas del sexo opuesto simultáneamente, uno a cada lado con las manos y dos atravesando el círculo con los pies, tal como se muestra en la figura anexa, en la que los cuadros representan hombres y los círculos mujeres; las líneas rectas representan los puntos de contacto para manos y pies. Esto parece producir coherencia entre las ocho personas por medio del tacto a nivel del cerebro pre-reptileano. En cada encuentro todos los participantes podran rotaír posiciones para que finalmente experimenten todas las combinaciones y permutaciones posibles de tacto durante la autopoiésis.

Se puede producir coherencia adicional con música de fondo a muy bajo volumen. La mejor msica púara este propósito parece ser El Arte de la Fuga (Art of the Fugue) de J. S. Bach, el cual consiste en cuatro notas B-A-C-H (en notación germana) y sus complementos (espejos) desarrollándose en modelos helicoidales entretejidos cada vez más complejos que siempre están incorporando cuatro pares complementarios. Esta obra parece estimular la coherencia dentro de los dos cerebros intermedios y en la neocorteza.

El siguiente nivel de coherencia es una respuesta neocortical al enfocarse la atención de todos los participantes en la solución de un problema difícil. El primer problema podría ser cómo pueden maximizar su creatividad. Esto se hace por consentimiento mutuo antes de la autopoiésis. Se podría facilitar más la autopoiesis por la repetición unísona del poema "Evolucion", y de la Meditación y de la copla "Creación" una sola vez antes de cada ejercicio de autopoiésis. Hay que tener cuidado de no convertir una técnica en un ritual. El comportamiento repetitivo y ritualista casi siempre es destructivo. La concentración visual en el símbolo del mandala de la transformación creativa podría servir también de ayuda para algunos. Eventualmente el octeto autopoiético deberá enfocarse en la solución de problemas específicos difíciles de resolver, del mundo objetivo, primero a través de una lluvia de ideas clásica y luego por otra lluvia de ideas cuántica mediante la autopoiésis. Algunos encontrarán que logran intuiciones importantes y nuevas por medio de la autopoiésis, pero resulta mejor usar siempre primero el acercamiento clásico. Si no relacionamos la autopoiésis con el mundo objetivo, ésta puede conducir a un auto-engaño, tal como ocurre con cualquier otro proceso místico.

Una vez iniciada, la autopoiésis continúa sin emitirse palabra hasta que las personas comienzan a tener respuestas nuevas y genuinas (insights), para la resolución del problema planteado. En ese punto, las personas que están teniendo las respuestas (insights) en estado de autopoiésis las manifiestan a los otros del grupo o hacen preguntas. Juntos resuelven el problema por medio de consenso. Si nada ocurre, nada se dice; hay que relajarse, no hay que tratar de forzar el proceso.

Siempre terminamos la autopoiésis cuando cualquiera de los ocho participantes decide terminar, sin importar sus razones; nadie debe preguntar la causa ni emitir juicios. Esto se hace en el espíritu de que sólo las asociaciones voluntarias son éticas o creativas. No se puede garantizar que se tendrá éxito en cada encuentro. Para algunas personas no funcionara nunca. La autopoiésis es un medio para mostrar confianza ética entre unos y otros, y sobreponerse al miedo de un contacto amoroso no sexual. Si ocurren la sincronización de pensamiento y la coherencia mental, se producirá una inteligencia moral colectiva nueva, mayor que la de cualquiera de los miembros del grupo; aunque este tipo de sincronizacion puede requerir de muchas repeticiones del proceso de autopoiésis y quizá para algunos nunca ocurra. Lo que queda claro, es que parece no haber manera alguna en que el proceso de autopoiésis pueda dañar a una persona sana, sin embargo, pudiera perturbar a seres paranoicos o esquizofrénicos. Al parecer sólo el miedo puede inhibir el proceso.

Autopoiésis y Miedo

El gran desafío es dar la retroalimentación negativa con amor y humildad, y no con ira y arrogancia.

El miedo nos impulsa a un comportamiento repetitivo y clásico; el miedo inhibe la comunicación entre nuestro cerebro clásico y cuántico y nos hace creer que nuestra propia imaginación es peligrosa. Esto crea un bloqueo entre nuestros dos cerebros, clásico y cuántico. El miedo nos lleva a repetir la Información (F) de nuestra Memoria (M) en vez de arriesgarnos a generar nueva Información (F) de nuestra Imaginacion (G). Por lo tanto, el miedo nos lleva a hablar desde nuestro cerebro clásico más que desde el cuántico, durante el proceso de autopoiésis.

Parece ser que la autopoiésis libera al cerebro cuántico en forma automática y que aparentemente se requiere de un esfuerzo del cerebro clásico para inhibir el proceso. Este esfuerzo se manifiesta al ahogar nuestros pensamientos cuánticos y los de nuestros compañeros con verborrea clásica emanada de nuestra Memoria (M). Si todos permanecemos tranquilos y en silencio durante la autopoiésis, aparentemente liberamos el cerebro cuántico sin problema. El miedo puede provocar que repitamos nuestros pensamientos clásicos, los cuales parecían verdaderos en el pasado y todavía nos dan un sentido de identidad en un mundo siempre cambiante. Nuestra Memoria (M) es una parte integral de nuestro ego. La otra parte importante de nuestro ego es el deseo de ser felices. Parece que el ego es nuestro yo inferior clásico, que toma su identidad del cerebro clásico. Y al parecer, el alma es nuestro yo superior cuántico, que toma su identidad del cerebro cuántico -nuestra conexión mstica con lía verdad infinita. El ego parece estar guiado sólo por el deseo de felicidad; el alma sólo por el deseo de verdad. Llegar a ser morales significa fundir nuestro ego y nuestra alma para convertirnos en un todo.

Durante la autopoiésis podemos distinguir un pensamiento clásico de uno cuántico. Los pensamientos, imágenes y sentimientos clásicos parecen fluir uniformemente y expresarse por medio de oraciones convencionales que son relevantes apropiadas y racionales. Los pensamientos, imágenes y sentimientos cuánticos pueden llegar en estallidos (o explosiones) mensajes cortos, impredecibles y entrecortados que pueden no parecer estar relacionados de manera racional con lo que los ha antecedido. Los pensamientos clásicos son fáciles de guardar para uno mismo mientras nos encontramos en autopoiésis. Los pensamientos cuánticos, una vez generados, persisten y se fortalecen hasta que los describimos a los demás participantes. Mientras más buscamos maximizar la creatividad de nuestros compañeros sin importarnos nuestro ego, más creativos parece que nos volvemos.

Por lo tanto, en la autopoiésis, nunca tratamos de controlar o dirigir el proceso, sino que dejamos que este proceso opere libremente en nosotros. No hacemos bromas, ni discutimos lo que otros dicen, ni tratamos de guiar al octeto, solamente permanecemos, silenciosos y despojados de nuestro ego hasta que un pensamiento o imagen totalmente original aflore de manera persistente, se vuelva abrumadora y nos sintamos absolutamente obligados a compartirlo con nuestros compañeros para su beneficio, no para el nuestro ni para demostrar lo listos que somos. Rechazamos la comunicación dos veces y la comunicamos en la tercera ocasión que se presenta, puede venir en forma de pregunta. Sobre todo, no hay que temer a los períodos largos de silencio, ya que estos parecen necesarios para liberar nuestro cerebro cuántico del ruido generado por los cerebros clásicos y los egos de todos los participantes.

El cerebro cuántico es el centro de la ética, del amor superior y de la valentía total. El cerebro cuántico es siempre parte de algo mayor que nosotros mismos; parece estar ligado directamente a la fuerza evolutiva, fuente de toda la creacion y no estar sujeto al control directo del ego o cerebro clásico, el cual es un cerebro inferior. Si lo dejamos, el cerebro cuántico puede llegar a ser uno con nuestro cerebro clásico, de manera que ya no exista ningún conflicto entre ambos. Cuando esto ocurre, no sentimos miedo de nuestra imaginación y desarrollamos una confianza en nuestro cerebro cuántico, nuestro inconsciente creativo. Antes de que la integración de nuestros cerebros sea completa, debemos confiar en nuestro cerebro clásico para poner a prueba nuestras visiones (insights), intuiciones y conciencia, porque mientras aún tengamos miedo, es decir, mientras confiemos sólo parcialmente en nuestra creatividad, es posible que seamos guiados por el miedo disfrazado de intuición, visión (insight) o conciencia y, cuando este sea el caso, cometeremos errores que pueden ser detectados mediante el metodo científico, que es un proceso totalmente clásico. Mientras estemos determinados a no tener miedo de probar científicamente todas nuestras ideas originales, estas siempre serán verdaderas. En cuanto estemos seguros, de manera subjetiva, de que nuestras ideas originales son verdaderas y no necesitan comprobación, entonces éstas casi siempre seran objetivamente falsas.

Por lo tanto, comenzamos confiando siempre en nuestro cerebro cuántico, dentro del contexto ético de hacer nuestro mejor esfuerzo por maximizar la creatividad, y no yendo nunca en contra de nuestra intuición, "insights" o conciencia. Jamás hacemos nada que sintamos que es destructivo, no importa cuales sean los argumentos racionales o cientificos en contra. Pero después de haber actuado en forma adecuada conforme a esto, probamos las consecuencias de nuestras acciones para ver si en realidad hemos aumentado o disminuido la creatividad objetiva. Actuamos decididamente a la vez que nos mantenemos abiertos al hecho de que toda nuestra Información (F) puede ser falsa o por lo menos en el mejor de los casos incompleta. Simplemente hacemos lo mejor que podemos con lo que tenemos, recordando que es ético dudar e inético estar seguros.

De la misma manera, cuando nuestra intuición nos dice que algo es creativo, lo seguimos y llevamos a cabo las acciones que sentimos como correctas, aunque a los demás les parezcan irracionales y todos a nuestro alrededor nos digan que estamos equivocados. La autopoiésis todavía está en su etapa inicial de experimentación y puede tener aún graves errores. Probándola y desarrollándola juntos, en numerosos grupos de ocho, y dándonos después retroalimentación mutua sin miedo al error ni a las deficiencias personales, podremos perfeccionar el proceso hasta que creemos la Sociedad Moral. Para tener éxito sólo necesitamos hacer nuestro mejor esfuerzo para maximizar la creatividad, sin ningún miedo al castigo ni expectativas de premio. Así es como devenimos morales dentro de un octeto autopoiético. Al conectar el cerebro cuántico no desconectamos el cerebro clásico, sino por el contrario, tratamos de armonizar ambos cerebros. Al hacerlo, armonizamos más con los demás mediante el amor y juntos nos hacemos morales.

Consejos

Una vez que cuatro pares complementarios de personas éticas se conocen y confían en los otros lo suficiente para comprometerse a la Transformación Creativa mutua, empezarán discutiendo cómo lograr esto colectivamente y para cada individuo. Los ocho deberán reunirse por lo menos una vez al mes durante dos horas, pero no más frecuentemente de lo que sea confortable para cualquiera de las parejas. Deberán expresar prometerse uno a otro honestidad completa en decirse mutuamente lo que piensan del otro y cómo creen que cada persona pueden ser más creativos en términos de un comportamiento objetivo. Cuando un participante siente ira por algún integrante del grupo, deberá comunicárselo de inmediato al grupo y éste deberá ayudarlo en forma colectiva a vencer el miedo productor de la ira.

Nadie debiera temer dar o recibir retroalimentación negativa, sin embargo debemos recordar que también hay que dar retroalimentación positiva. En cada encuentro, cada par debería abrazarse o expresar de alguna otra manera afecto por los demás integrantes al llegar y al irse. Cuando los ocho se han reunido por lo menos una vez sin que ninguno haya sentido enojo hacia nadie más, entonces puede que estén preparados para la autopoiésis; aunque aquellos que no son demasiado temerosos encontrarán que la autopoiésis puede acelerar, desde el principio, el proceso de crear una inteligencia ética, colectiva, y coherente, que se convierta en una Inteligencia Moral mayor que la suma de sus partes.

Para lograr una inteligencia ética colectiva es necesario que los cuatro pares complementarios iniciales de inteligencias individuales, tengan pensamientos coherentes y éticos. La coherencia de pensamiento requiere de procesos de pensamiento similares, pero complementarios, acerca del mismo problema al mismo tiempo con retroalimentacion simultanea. En otras palabras, los cuatro cerebros pareados de cada una de las ocho personas deben estar sincronizados éticamente dentro de sí mismas y entre ellas. Individualmente podemos sincronizar nuestros cuatro cerebros siendo cada vez más éticos hasta que sea la neocorteza la que impulsa los cuatro cerebros, ya que es ahí donde se centran las necesidades éticas y la creatividad, aunque por sí misma la neocorteza no pueda ser creativa. Para producir nuestra creatividad individual se requiere la interacción de los cuatro pares de cerebros complementarios, más el resto del cuerpo, más la etica. Se requiere de la autopoiésis entre nuestras modalidades clásica y cuántica.

En la autopoiésis intentamos maximizar nuestra creatividad colectiva combinando las ocho inteligencias éticas en una totalidad colectiva que es más inteligente y más ética que cualquier individuo. Esto se logra cuando cada subconjunto de siete proporciona retroalimentación a cada una de las ocho personas para ayudarle a l o a éella a corregir sus errores éticos y la información erronea que disminuye su creatividad, así como dndole ráetroalimentación positiva con el propósito de consolidar los éxitos. El proceso se mejora al sincronizar los cuatro pares de cerebros complementarios de cada persona, con todas las otras ocho personas.

El centro de la ética, el cerebro superior o la neocorteza de las ocho personas, se sincroniza, primero, aprendiendo un acercamiento común para tomar decisiones eticas óptimas en todos los aspectos de nuestra vida mediante la aplicación práctica de la ética evolucionaria. Implica tomar todas las decisiones sobre la base de lo que maximiza la creatividad sin ninguna otra consideración que no sea asegurarnos de que nunca se disminuya la creatividad de alguien.

Cuanto más se sincronice la corteza mamífera primitiva, que es el centro de la emoción del amor y de otros impulsos biológicos superiores, más aprenderá el octeto conjuntamente sobre el significado del amor dentro de un contexto ético, es decir, que amor significa asumir la responsabilidad para mejorar la creatividad del otro y que el amor que nos beneficia en mayor grado es el que damos, no el que recibimos. Cuando los ocho se comprometen entre si a poner su mejor esfuerzo para aumentar la creatividad de cada uno, entonces el segundo cerebro se sincroniza.

La corteza mamífera, más primitiva y asiento de la emoción del amor y de otros impulsos biológicos superiores, se sincroniza a medida que el octeto aprende de manera conjunta el significado del amor dentro de un contexto ético. Es decir, que amor significa asumir la responsabilidad de aumentar la creatividad de los otros, y que el amor que nos beneficia en mayor grado es el que damos, no el que recibimos.

El tercer cerebro o complejo del reptil como también se le conoce, es el centro asiento de la emoción del miedo y en consecuencia también de la furia y la ira, unidos a los impulsos biológicos más primitivos. El miedo del complejo R parece ser modulado por el sistema límbico de la corteza mamífera. El miedo sirve principalmente para dividir a las personas, va en contra de la integración ética y puede ser manipulado facilmente para unir a las personas en la destructividad colectiva. Por lo tanto, la integración ética del tercer cerebro se realiza: (1) modulando el miedo a través del amor en la corteza mamífera; (2) entendiendo la naturaleza del miedo y (3) rechazando el miedo como motivador, por medio de la neocorteza, así como a través de la comunicación autopoiética directa (real-time autopoietic communication ¿qué coños es eso?) a travs del écerebro más primitivo de los cuatro.

El cuarto cerebro, el cerebro primitivo del pez, es el centro de los reflejos condicionados e innatos y es básicamente carente de emociones al igual que la neocorteza. Podemos integrar este cerebro en forma directa a través del sentido del tacto.

La Transformación Creativa es una hipótesis acerca del proceso evolutivo, que está sujeta a prueba. Si ya la examinaste a tu satisfacción, según lo especificado y no te dio resultados, puedes descartar todo lo que he dicho como algo sin sentido. Pero no rechaces la idea sin antes probarla objetivamente; la certeza es una manifestación del miedo. En todo caso, no debes tener miedo de probar una hipótesis inofensiva y comprobar su falsedad. Sea cual fuere el resultado, esto sólo puede aumentar la verdad objetiva. Lo mínimo que obtendrás será saber que algo parece no funcionar, aunque el miedo excesivo entre alguno de los ocho es suficiente para impedir que funcione; sólo tu propio miedo puede inhibir tu propia creatividad. Lo máximo que puedes obtener en cambio, será haber iniciado la Sociedad Moral y haber hecho un salto cuántico en tu propia creatividad. Por lo tanto, la inversión de tiempo en este experimento puede valer la pena.

Deja que tu conciencia te guíe no sólo en éste, sino en todo asunto. únicamente no te dejes llevar por el miedo, ni te justifiques pensando que tu miedo y tu conciencia son lo mismo. Tu miedo es una ilusión. Tu conciencia es tu sentido verdadero de lo bueno y lo malo. Es tu deseo por la verdad. Cuando alguien que tu crees que trata de enseñarte la verdad te recomienda un experimento objetivo, no lo descartes solo porque parece extraño. Siempre que no haya manera de producir daño, cualquier experimento puede solamente aumentar la verdad. Puedes evaluar el proceso de la autopoiésis y de la transformación creativa en general, observando cuánto aumenta tu creatividad personal en el mundo objetivo y cuánto disminuye tu miedo en el mundo subjetivo. Si sigues la senda recomendada en este libro, tu creatividad personal puede aumentar enormemente.

Tú puedes transformarte creativamente, si lo deseas.

Serás transformado creativamente si escoges hacerlo.

Evolución

Con valor navegamos el Océano Cósmico
Con amor nos dirigimos a la infinidad
Con miedo hacemos del amigo enemigo
Vamos todos a la deriva en la entropía

Escucha la voz cósmica dentro de ti
Todos los que juegan el juego de la Vida ganan
- la tesis evolucionaria-
Todos la autopoiesis de todos

Si nos creamos mutuamente
Creamos más que tú y yo
Tú eres mi hermano y mi hermana
Nos necesitamos unos a otros en el mar

Mi hermano y hermana en la verdad
Uno todos en el Océano Cósmico
Lo único a perder es el miedo entrópico
Tú me creas a mi
Yo te creo a ti

Elkton, Oregon (Febrero, 1984)

Meditación

El Miedo Es La Creencia De Que No Puedo Crear
El Miedo Es Una Ilusión
Yo Soy Creación
Ahora Creo

Creación

A medida que trascendemos la Materia, Espacio y Tiempo
Nosotros Ocho somos Uno y devenimos Nueve

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